martes, 25 de marzo de 2008

Estoy estresado

Tengo una sensación de que todo está patas arriba, pero si pregunto a la gente me contestan que es porque estoy estresado. A continuación me recomiendan que debo hacer más ejercicio y tomar algo para el estreñimiento.

De hecho han aumentado los anuncios televisivos para que podamos ir al w.c., a realizar nuestras evacuaciones sin ningún tipo de problemas. ¡A mí esto me huele muy mal! Tanto que ya nos mandan a la mierda subliminalmente en cuanto insinuamos que las cosas no van como la lógica del sentido común nos invita a ello. No existe más problema que en tu cabeza, me dicen. Si no, fíjate bien en la gente, todo el mundo protesta de todo pero cada uno aparenta vivir mejor que el vecino.

A pesar de lo que me dicen, yo oigo conversaciones por la calle, y no me salen las cuentas. veamos unos ejemplos: esta mañana mismo una hija le decía a su madre con voz bastante airada, "no, no puedo más, para mí es un problema enorme, este mes con la boda de Rocío, que es un dineral, y la comunión de Juan Carlos y el fin de semana con Julia y los primos no creo que podamos pagar la hipoteca, y el dilema es: o me quedo sin casa o me doy de baja de la familia y de los amigos".

Otro ejemplo es la joven que comentaba por su móvil a su comunicante, que no podía más, que le exigían asistir a un congreso en un hotel, pero no podía hacer frente al gasto de la cena de clausura con los compañeros.

Para colmo, los ancianos de la familia están en una residencia, lo que supone un doble enfrentamiento moral; el no poder atenderles como debieran, y el sentir que nos estamos justificando ante nuestra propia conciencia: "es que no cabemos en casa, y una persona que se encargue de atenderles todo el día no lo podemos soportar", por eso los hemos metido en esa residencia de la Comunidad o de la diputación provincial, que no está nada mal. Pero eso nos trae a mal traer, porque para un día de descanso que tenemos, los domingos estamos obligados a ir a verlos.

¡¡¡No puedo más!!!, grito, gritas, gritamos. Pero debe ser todo a causa del estrés. Tengo, tienes, tenemos que superarlo. Así no me ha extrañado para nada, ver a ese señor esta mañana, se trata de un vecino que caminaba con la cabeza elevada diciendo: ¡No me pasa nada, no me pasa nada, solamente estoy estreñido, estoy estreñido, no estresado!, y llevaba varios ejemplares de prensa entre sus manos.

domingo, 23 de marzo de 2008

Dolores en los pies.


Siempre me he preguntado si la preocupación que tenemos los humanos por las bases no será un reflejo de nuestra propia esencia vertical. Que yo sepa el homínido arborícola no muestra ese trajín por calzarse los pies, ni esa inquietud por sus miembros inferiores.

Esta reflexión la he tenido estos días de Semana Santa, incitado por los reportajes televisivos de las procesiones.

Es ya un plano típico enfocar los pies de los costaleros –las bases de los tronos procesionales-, ¡que juntitos todos!, con alpargatas iguales, y sufriendo las irregularidades de los adoquines -¡Uff, que dolor de pies!-, y los pobres penitentes descalzos, arrastrando cadenas y cruces, a algunos incluso les cuesta su propia sangre.

Son días de siembra para los podólogos, porque supongo que esa señora que iba renqueando con sus zapatitos de charol, y con una vela en la mano no creo que se calzase para sufrir, ni la acompañante de mantilla con sus zapatos de tacón de aguja, que trastabillaba torciendo sus tobillos buscaba otra cosa que lucir engalanada para la ocasión. Pero al llegar a sus casas, ya oigo sus lamentos, y las promesas para otra ocasión: ¡que dolor de pies, otra vez me pongo las deportivas!, y me las imagino con la mantilla y peineta calzadas como para un maratón. No sé, pero apuesto a que no cumplirán su promesas, y que el lunes irán al podólogo que espera sentado en su consulta.

Por qué no habremos ideado algún otro sistema que nos liberara de tener que sufrir nuestra verticalidad. Al fin y a la postre siempre que se piensa construir un edificio empezamos por la base. Que sea fuerte, que aguante la estructura, y a la vez sea bonito y no se desmorone con los diferentes ataques del suelo. De ello depende todo el edificio.

Sin embargo tratándose de nuestro cuerpo, desde niño me aconsejaban que mantuviera bien alta y firme la cabeza, pero nunca me dijeron que no me doliesen los pies. Recuerdo el día de mi primera comunión como el día más horrible de mi vida en cuanto al dolor de pies. Como yo era grandecito, no había zapatos de charol blanco con mi número, así que tuve que ponerme unos más pequeños, y el vendedor aconsejaba que me los pusiera unos días antes para ir "domándolos". Yo creo que al becerro con cuya piel hicieron aquellos zapatos lo mataron por indomable, y ahora querían que después de muerto lo domase yo, ¡un cuerno! Aquel día hicieron poco por mi fe.

Esto de domar las bases es ya un hecho histórico, por eso todo lo que esta pegado al terruño cuesta tanto, y es tan sufriente. No creo que el mejor remedio sea ir todos descalzos, e igualar a todos por lo bajo. Sino que hay que subir un plano a todos, poner buenos zapatos a los pies, e igualar el pavimento para todos. Acabar con la profesión de podólogos o representantes sindicales de las bases, porque ya no existan pies doloridos, y las cabezas puedan mantenerse altas y firmes, para poder mirarnos a los ojos sin muecas ni manifestaciones de dolor o de chanza, y no tengamos que decir nunca: ¡ mira que jodido va ese!

domingo, 16 de marzo de 2008

Domingo de ramos


Los católicos de todo el mundo celebramos esta fiesta del domingo de ramos como un acontecimiento fundamental, pues es el inicio de la entrega de Jesús a la muerte de la cruz, su pasión y muerte para nuestra salvación.

Todo empieza con un triunfo. Una entrada triunfal en la ciudad que le aplaude: le gritan y cantan con alabanzas, y tiran ramos de olivo, romero y flores a sus pies. En menos de tres días, pasan de alabanzas y ramos a escupitajos, piedras, palos, latigazos y espinas.

Siempre lo mismo; los ramos sirven para indicar la gloria, señalar dónde se vende vino o dónde se hayan las rameras. A todos nos saltan los ejemplos, dentro de nuestra propia familia. Del aplauso y los ramos de felicitación y apoyo pasamos a derribar a nuestro héroe, quizás con la esperanza de que en este derribo esté nuestro propio triunfo, nuestro éxito y nuestra salvación.

Es tan fácil poner cara sonriente, sacudir el ramo de olivo delante de quien después sacudiremos la vara para cruzar su espalda. Los medios de comunicación son un continuo ejemplo de esto. No digamos ya entre amigos que compartimos una copa. Se usa mucho el lenguaje florido delante del que parece un triunfador, para obtener lo que yo llamo "el beneficio del ramo", que no es otro que el oficio más antiguo del mundo, por eso se les llama rameras. Placer por escaso tiempo y dolor o enfermedad por mucho tiempo, incluso la muerte.

En el caso de Jesús, los libros sagrados dicen que pasó de la explosión jubilosa de quienes veían un posible beneficio en el que creían un profético rey de Judá, al vilipendio más atroz, hasta el despojo de su condición humana. En el caso de nuestro alrededor, sólo pido que miremos un magazine televisivo, o una revista de colorines de las que se surten las consultas de los médicos o las peluquerías. Es un club de "rameras" y "rameros", alaban y destruyen en menos de siete días, de una manera feroz.
Me pregunto si es así la condición humana, o si simplemente cada semana cerramos un circulo de pasión. Pero ¿y si miramos a la política, o a nuestra familia, o si miramos a nuestros amigos? No me quiero poner metafísico, ni ser un aburrido pesimista, pero me pregunto porqué gastarse tanto dinero en poner cámaras de video en la calle Montera para vigilar a las rameras. Creo que ellas llevan un nombre que no les corresponde. Ellas son solamente prostitutas. "Las rameras y rameros" son otros, con un tipo de interés distinto, y si no que alguien me refute el argumento.

Con esto no quiero pensar que tenemos que rechazar cualquier halago, no se trata de eso, sino de que no debemos hundirnos cuando esos mismos que nos sonrieron nos saquen la lengua y descubramos que su fidelidad era un cimbel para atraer nuestra atención y usarnos como reclamo, y obtener sus propios beneficios. Usemos el talento, que ninguno somos Jesús de Nazaret -Él tenía su misión profetizada-, somos simples seres humanos y podemos ser manipulados, pero al mismo tiempo estar alertas para no caer en la trampa.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Los nuevos pecados capitales

Cuando íbamos a confesarnos por cuaresma, el cura sin pizca de delicadeza, y sin tener en cuenta la vergüenza que sentíamos aquellos niños de los años sesenta, nos animaba a decir los pecados cometidos y para ello nos preguntaba: ¿cuántas veces?, ¿has hecho manipulaciones?, ¿te has toqueteado?...

Se nos ponía desbocado el corazón; rojos y llorosos, le decíamos lo que quería oír: seis veces, diez veces, ¡lo que fuese!, con tal de que nos pusiera una penitencia y nos dejara ir. Yo creo que eso del sacramento de la penitencia estaba bien puesto, porque cada uno retrasaba más el ir a confesarse, ya que no éramos masoquistas. No queríamos pasar por semejante martirio, y si uno se manipulaba pues allá él con su buen o mal rato.

Hoy al parecer ya no preguntan eso. Ahora, según el Vaticano, parece que van a preguntar si hemos hecho “manipulaciones genéticas”. A lo mejor quieren decir lo mismo pero en más moderno, porque digo yo, ¿tengo alguna oportunidad de manipular genéticamente embriones? O acaso puede ser que esté pecando cuando intento darme un crecepelo para evitar mi alopecia irreversible.

Pero aún será peor cuando haga mi examen de conciencia y me vea pecador por hacer intentos por vivir mejor. ¿Seré obsceno porque tuve la tentación de jugar a la loto a ver si me puedo comprar un coche nuevo, a expensas de que a otro no le toque y a mí sí?

Lo que creo es que ya no creen en el evangelio y, con el afán de renovarse o morir, parece que el medio ambiente les empieza a preocupar. Esto es muy extraño, porque fue el Vaticano quien puso -pusieron- en la picota de ser casi un hereje a Pierre Teilhard de Chardin, cuando en 1961 publicó en París su “Himno del Universo”, con sus apartados “La potencia espiritual de la materia” y “la misa sobre el Mundo”. Si hubiésemos amado y respetado nuestro mundo con el espíritu de Teilhard, hoy no tendríamos que haber convocado la conferencia de Kyoto, y la Iglesia vaticana no se habría sacado un nuevo pecado capital.

Pienso que Jesús de Nazaret vino a traer un mensaje muy concreto: “amaos los unos a los otros, como yo os he amado”, “amad a vuestros enemigos”. No el fácil chiste de: “no tires ese papel al suelo, sobretodo ese rubito de allí, que le voy a dar un capón”. Jesús era más dulce y serio.

Hablar de injusticia social está muy bien, pero no creo que ningún jefe de estado o ningún político, ninguna multinacional, ningún grupo étnico o raza vaya a una iglesia a confesarse por sus injusticias en materia de inmigración, o injusticias sociales para con los pobres de este mundo.

Entonces, pobre viejuca que acude a su parroquia del barrio, ya no tendrá que ir a confesarse, está salvada de ¡los antiguos pecados!; ya no existen, y los nuevos no los entiende. Lo mejor es no confesarse. Con esto no tienen que pasar la vergüenza que pasábamos los chicos de entonces, cuando los curas nos preguntaban: ¿Cuántas veces? Ahora, tendré que vigilar no tirar colillas al monte, ni hacer barbacoa en la playa, no sea que pierda el cielo, además de perder la tierra.

domingo, 9 de marzo de 2008

No Quiero ser un Chiquilicuatre

Cuando me remonto en los recuerdos de mi niñez, siempre tengo la imagen de mi padre, muy feliz, el día que apareció en casa con un señor enjuto, alto y con un traje bastante lampareado de grasa, asegurando que era el mejor maestro de su pueblo; que nos iba a dar clases particulares, con el fin de que nunca fuésemos unos "chiquilicuatres" en la vida. “Ah, que sepáis, se llama Don Miguel.
Mi hermano y yo nos miramos -teníamos cinco años y las rodillas destrozadas de jugar a las chapas, en la acera de la calle-, interrogándonos: ¿chiquilicuatre?. Nos miramos las manos y las rodillas, ¿será por eso?. Lo que quedaba claro es que las letras y las cuatro reglas: sumar, restar, multiplicar y dividir, iban a mejorar nuestras rodillas; al menos no tendríamos que frotarlas tan fuerte con el estropajo de esparto, en el baño de los sábados.
¿Sería eso lo que llamaban hacerse mayor? Lo estuvimos comentando durante muchos días, y algunos progresos hacíamos cuando, con sorpresa, oímos a dos señoras que, señalando a un pobre hombre sucio y mal vestido que cargaba con un saco de leña, se dijeron la una a la otra: “mira el pobre Antonio. Desde que murió su mujer está hecho un chiquilicuatre”.
¡Ya está!, chiquilicuatre significaba ir hecho un desastre y eso a causa de ser viudo. “No habrá problema”, me dije, “yo no seré nunca un chiquilicuatre, porque si no me caso, jamás podré ser un viudo, y mi madre se cuidará siempre de que no vaya hecho un guarro”. “Que no”, dijo mi hermano, “que eso debe ser algo peor, algo de mayores, porque se lo he preguntado a Don Miguel y me ha dicho que ser un chiquilicuatre es ser muy poca cosa”.

Con esa idea hemos vivido durante años. Por eso cuando me he enterado de que en el próximo festival de la canción Eurovisión nos iba a representar un tío que se llama Chikilicuatre, he pensado que cada vez TVE gasta menos dinero en que se nos represente fuera de España; será por la recesión económica. O a lo mejor se trata de bajarnos los pantalones y enseñar a Europa nuestra cloaca, con el fin de que se den cuenta de que lo peor nuestro es algo mejor que lo más excelso de ellos.

De todas formas, yo me voy a poner el disco del "chiqui, chiqui", para no hacer el ridículo este verano en el chiringuito. Ya me va saliendo mejor lo del maiqueljanson, y el robocop.

sábado, 8 de marzo de 2008

Día internacional de la mujer ó Día de la mujer internacional

Siempre que se celebra un "Día Internacional de...", me da mucha tristeza, porque si celebramos el día internacional del hambre en el mundo, es que hay mucha gente que no come, y si celebramos el día internacional del cáncer, o del sida, o de... , es que hay mucho cáncer o mucho sida...

Es decir que si celebramos el Día internacional de la mujer, es que existe mucha tristeza o mucho pesar por la mujer..., y digo yo: ¿quién se inventó el dichoso Día de...?, ¿no sería acaso un publicista en nombre de una internacional ansiosa de llenar sus arcas?


Dejémonos de historias. Ayer, viendo el programa "Callejeros", de Cuatro TV., me vino a mi mente el día internacional de la mujer, y no me sorprendió en absoluto que todas esas personas que prostituían su cuerpo para sobrevivir, eran mujeres internacionales, esto es: polacas, rumanas, brasileiras, ecuatorianas, bolivianas, ... hasta una mujer turca. Me dije,hoy es el Día de la mujer Internacional".

Todas decían lo mismo, no tengo otra forma de ganarme la vida y sacar adelante a mi familia. De lo que se deduce que la única manera de vivir es someterse al macho. ¡Qué facil es!, si quieres algo crea el Día Internacional de..., y todo arreglado.

La mentira ha logrado someter todo al "Día Internacional D", y nuestra conciencia parece que aplaude, porque nos sentimos justificados. El triunfo del fracaso solamente se puede lograr con la misma trampa, crear el "Día Internacional del Contrario", con lo que se lograría equilibrar las fuerzas, y todos se pondrían a trabajar en solucionar los problemas de una vez por todas, en vez de buscar la forma de someter al compañero o compañera, si creamos el "Día Internacional del macho", estaría arreglado el problema, porque se hablaría mucho, y se dejaría de someter a la mujer, dejándola de una vez por todas en libertad plena. Una vez pagada su deuda de comer la primera manzana del árbol de la ciencia, del bién y del mal.

Serán muchas las voces contrarias a esta forma de pensar, pero siempre pensé que todo lo que tenía que ver con el concepto de creación, se escribía en femenino, así se dice: "la creación ", "la luz", "la vida", "la generación"; enseguida me conduzco a ese íntimo deseo natural de dominar esa potencia, someterla, hacerla nuestra, poseerla, y de qué mejor forma que encerrarla en lo profundo, en el caos, en la mazmorra del "Tohu y bohu", cf. Gen. c.1, v.2 (al principio todo era caos y oscuridad), y sentirnos los dioses del universo, los señores del anillo, como en los cuentos de Tolkien, evitando así que toda la naturaleza se entere de nuestro fracaso.

Por último, decir que hasta que el ser humano no vuelva "al seno de su madre", no creo que pueda reconocer en la mujer la mitad que complementa su existencia, y lograr así el climax total de la existencia. Quizás los errores biológicos de la naturaleza sean un intento vital por lograr la verdadera unidad, ¿quién sabe?

jueves, 6 de marzo de 2008

En campaña de cuentos

¡Tengo que escribir todos los días!, esta es una tiranía que me he impuesto con el fin primordial de agilizar mis neuronas, de no oxidarme en mis criterios, y la verdad es que con tanta presión mediática de los políticos, lo más facil es aportar mi granito de arena.

Lo que más me llama la atención de esta campaña política es cómo los precandidatos buscan el apoyo de aquellos personajes que aparecen a menudo en las diferentes cadenas de tv., bien por ser artistas (cómicos los llama el candidato Rodriguez-por parte de padre- Zapatero) o plumillas famosillos de ese medio.

Pienso que todos buscan amenizar el intragable sermón con el que nos martirizan, y se hacen fotos con el acento circunflejo, que por vergüenza torera atribuyen al lenguaje de los sordomudos, y no a las cejas del procer que les ha sacado adelante el canón digital.

He llegado a pensar que esta tribu política ya no engaña a nadie, ni siquiera sirven para darnos el timo de la estampita, o el de los inspectores del gas. Los ví un ratito y cada uno sacó sus cromos, y como los niños en el patio del colegio, se los enseñaban al otro, diciendo sile, sile, sile, nole,nole... te doy tres por ese que no hay quien lo pueda solucionar. Mientras, en la calle, la gente normal hace huelga de autobus o de funcionarios que quieren tener un piso como el de Bermejo, porque también ellos trabajan en el mismo ministerio; o la última huelga de las funerarias, que tildaban de esquirol al que llevaba a un muerto al cementerio; si es que ¿a quién se le ocurre morirse en plena campaña electoral?.

Pienso, por no parar de pensar, que Alicia antes de entrar en el espejo, de esos países de cuento, que nos presentan los candidatos al poder, se pondría un antifaz, para no ver los acentos circunflejos, y unos tapones en los oidos para no oir rajar a Rajoy, y como dice mi hija -mi niña para Rajoy- una vez en uso su kid de viaje, se lanzaría a soñar con un país de gente educada, trabajadora y menos envidiosa.

Acabo de recibir un mensaje en mi móvil, es la noche de los móviles, y he decidido apagarlo y quitarle la batería, con el fin de salvaguardarlo de las idioteces que están viajando de un lugar a otro a través del eter expandido de las ondas, no vaya a ser que tenga que llevar a mi pobre móvil a la uvi informática, porque se hayan reventado sus neuronas.