jueves, 28 de febrero de 2008

Quiero una relación para seguir existiendo

...desde que un día tuve que explicar a mi nieta que el abuelo de la foto era mi padre, pero que ya no existía porque murió, pero seguía siendo mi padre, porque existía como relación conmigo, ya que yo era su hijo: "¡Vaya lío!", me dijo, pero también está en la fotografía, y el otro día lo pudimos ver en aquel video de la playa de Benidorm, y también le oímos en aqu
ella cinta, cuando explicaba sus años pasados en el pueblo. La luz se abrió paso en su cabecita, y me dijo de pronto: "el bisabuelo está pero no está, como tú eres mi abuelo porque yo soy tu nieta", " y aunque tú te vayas y no estés, seguirás existiendo porque yo soy tu nieta".

¡Bárbaro!, yo no lo habría hecho mejor. La niña había hecho un trabajo perfecto de implicación en la acción que se había propuesto. ¡Existiremos para siempre!.
No quiero seguir filosofando, pero en estos días de elecciones, todos buscan con sus mítines, de algún modo, que entablemos una relación que para los políticos de turno pretende ser vital, con un objetivo alcanzar el poder, y después, "si te he visto no me acuerdo".

En realidad no es este el tipo de relación que nos hará existir para siempre. Es algo más profundo, que el fin de semana pasado pude intuir en la ciudad de Sevilla. Se celebró en esa maravillosa ciudad el primer festival internacional de PERFOPOESÍA, palabra que tiene su entronque con el "performance art" -arte en vivo o en acción-, una herencia de los "happenigs" (no se si se escribe así) de origen inglés, o el "body art". Pero a lo que vamos, se trataba de un grupo de jóvenes y no tan jóvenes poetas, que literalmente se echaron a las calles de la ciudad, y con su arte quisieron relacionarse con todo aquel que se cruzaba en ese instante en su camino, ya fuesen montado en una grua, o caminando mientras rompian platos con poemas escritos, o repartiendo poemas dentro de unas botellas de plástico, como si de náufragos se tratase; reclamando, en resumen, una relación que les hiciera existir como poetas.

Esto es así, porque en esta acción vital convergen en un instante concreto cuatro elementos: 1) el Tiempo, 2) un espacio concreto, 3) el cuerpo del poeta (con su voz, su físico, su vitalidad) y 4) la relación como elemento fundamental entre el perfopoeta y el público. El climáx se consigue cuando el cuarto elemento implica al público, entonces la poesía existe en ese instante para siempre. Es algo que va más allá de leer un poema, o asistir a un recital clásico, en el que apenas nos implicamos, y que a veces sólo nos arranca un aplauso de compromiso.

La perfopoesía me relacionó con el poeta y con la ciudad, y en ese momento creo que sentí también que existía como poeta. Desde dentro de mí escuché a mi nieta decirme abuelo: ¡quiero una relación para seguir existiendo!


3 comentarios:

Gracia Iglesias dijo...

Me ha gustado mucho tu reflexión sobre cómo la suma de la poeía y la performance hace que el escritor se relacione con el mundo.
Yo también quiero una relación para seguir existiendo.
Un beso.

nuria ruiz de viñaspre dijo...

Me remite Gracia a esta entrada tuya porque curiosamente de algo parecido hablábamos ayer (y no es frase hecha) en una entrada de mi blog, de que existimos porque los demás existen, porque a veces nos quieren, otras nos piensan, y así nos van sujetando en su memoria, existiendo para ellos y de seguido para nosotros mismos. Es el olvido la muerte, la desaparición de toda existencia. No nos olvidemos nunca…
Admirable la exposición rápida y ajustada de tu nieta
Te escribo un poema que viene a decir más de lo mismo, de Gabriel Celaya

DEDICATORIA FINAL

Pero tú existes ahí. A mi lado. ¡Tan cerca!
Muerdes una manzana. Y la manzana existe.
Te enfadas. Te ríes. Estás existiendo.
Y abres tanto los ojos que matas en mí el miedo,
y me das la manzana mordida que muerdo.
¡Tan real es lo que vivo, tan falso lo que pienso
que -¡basta!- te beso!
¡Y al diablo los versos,
y Don Uno, San Equis, y el Ene más Cero!
Estoy vivo todavía gracias a tu amor, mi amor,
y aunque sea un disparate todo existe porque existes,
y si irradias, no hay vacío, ni hay razón para el suicidio,
ni lógica consecuencia. Porque vivo en ti, me vivo,
y otra vez, gracias a ti, vuelvo a sentirme niño

yo también quiero una relación así para seguir viviendo

Anónimo dijo...

A que es lista mi niña! digna hija de su madre en eso de resumir la filosofía!!
Un beso.
Me encanta leerte.