jueves, 6 de marzo de 2008

En campaña de cuentos

¡Tengo que escribir todos los días!, esta es una tiranía que me he impuesto con el fin primordial de agilizar mis neuronas, de no oxidarme en mis criterios, y la verdad es que con tanta presión mediática de los políticos, lo más facil es aportar mi granito de arena.

Lo que más me llama la atención de esta campaña política es cómo los precandidatos buscan el apoyo de aquellos personajes que aparecen a menudo en las diferentes cadenas de tv., bien por ser artistas (cómicos los llama el candidato Rodriguez-por parte de padre- Zapatero) o plumillas famosillos de ese medio.

Pienso que todos buscan amenizar el intragable sermón con el que nos martirizan, y se hacen fotos con el acento circunflejo, que por vergüenza torera atribuyen al lenguaje de los sordomudos, y no a las cejas del procer que les ha sacado adelante el canón digital.

He llegado a pensar que esta tribu política ya no engaña a nadie, ni siquiera sirven para darnos el timo de la estampita, o el de los inspectores del gas. Los ví un ratito y cada uno sacó sus cromos, y como los niños en el patio del colegio, se los enseñaban al otro, diciendo sile, sile, sile, nole,nole... te doy tres por ese que no hay quien lo pueda solucionar. Mientras, en la calle, la gente normal hace huelga de autobus o de funcionarios que quieren tener un piso como el de Bermejo, porque también ellos trabajan en el mismo ministerio; o la última huelga de las funerarias, que tildaban de esquirol al que llevaba a un muerto al cementerio; si es que ¿a quién se le ocurre morirse en plena campaña electoral?.

Pienso, por no parar de pensar, que Alicia antes de entrar en el espejo, de esos países de cuento, que nos presentan los candidatos al poder, se pondría un antifaz, para no ver los acentos circunflejos, y unos tapones en los oidos para no oir rajar a Rajoy, y como dice mi hija -mi niña para Rajoy- una vez en uso su kid de viaje, se lanzaría a soñar con un país de gente educada, trabajadora y menos envidiosa.

Acabo de recibir un mensaje en mi móvil, es la noche de los móviles, y he decidido apagarlo y quitarle la batería, con el fin de salvaguardarlo de las idioteces que están viajando de un lugar a otro a través del eter expandido de las ondas, no vaya a ser que tenga que llevar a mi pobre móvil a la uvi informática, porque se hayan reventado sus neuronas.

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